Activos y Pasivos Corriente y no Corrientes | Circulante de la Empresa

Los elementos que conforman el balance son: activo, pasivo y patrimonio neto. A la hora de analizar la situación de una empresa los expertos acuden a este balance para conocer la situación financiera y de crecimiento en la que se encuentra la empresa.

Activo, Pasivo y Patrimonio Neto.

Para llevar una empresa es importante saber entender qué significa cada parte del balance y por lo tanto poder entender la situación financiera de la empresa a la hora de tomar cualquier decisión de inversión, financiamiento o de disposición de efectivo.

▷ Activo

Dentro del activo estarán todos los bienes y derechos que posee la empresa, como pueden ser el dinero que tiene en el banco, los importes a cobrar que tiene pendiente de los clientes, existencias, tanto de materias primas como de producto acabado, los elementos de inmovilizado, como maquinaria, inmuebles, vehículos, puede tener activos financieros, como acciones y participaciones en otras empresas. En definitiva, dentro del activo se refleja,  todo aquello que posee la empresa y tiene un valor económico.

▷ Pasivo

Por el contrario, en el Pasivo se recogen todas las obligaciones y deudas que puede tener la empresa, saldos de proveedores pendiente de pago, deudas con entidades de créditos, por préstamos, leasing, deudas con la AEAT por impuestos pendientes de pago, remuneraciones pendientes de pago a los trabajadores, seguridad social pendiente de pago, es decir, todo aquello que la empresa debe a un tercero.

▷ Patrimonio Neto

Como diferencia entre el activo y el pasivo, nos queda el patrimonio neto, que no deja de ser aquello que la empresa debe a sus “dueños”, es decir a sus accionistas. Dentro de esta partida está el capital social (dinero o bienes aportados en la constitución de la sociedad), prima de emisión de acciones, beneficios no distribuidos (reservas), perdidas de ejercicios anteriores (que disminuye el valor del patrimonio neto).

 

Diferencia entre Activo y Pasivo Corriente y No Corriente

Dentro del activo y el pasivo se distinguen entre corriente (circulante) y no corriente. Esta clasificación tiene una gran importancia, y no es una mera cuestión contable, ya que la composición del activo, y la parte que tenga de corriente y no corriente, y su adecuada proporción con el pasivo corriente y no corriente, determinarán la solvencia y futura viabilidad de la empresa.

Dentro del activo corriente y del pasivo corriente, estarán aquellas partidas con un plazo de maduración inferior al ciclo de normal de explotación de la empresa. Dicho de esa manera, la verdad es que resulta un poco complicado de entender.
En pocas palabras, dentro del activo y pasivo corriente estarán reflejadas aquellas partidas con una rotación dentro del corto plazo (generalmente menos de un año), las partidas más claras son los saldos de clientes y proveedores, lo normal, es que cada uno de los importes a cobrar-pagar se hagan en pocas semanas, tienen una gran rotación, lo mismo que las existencias, que se compran, se transforman, y al poco se venden, deudas con empleados, que se liquidan siempre a los pocos días, préstamos a corto plazo, que llegado el vencimiento se devuelven. Lógicamente el dinero que tenemos en el banco, también es activo circulante, pues no hay nada más líquido que el propio dinero.

¿Por qué es importante la proporción entre al activo y el pasivo circulante?

Pues la respuesta es clara, con el activo circulante tenemos que hacer frente a las obligaciones del pasivo circulante, y que por definición son a corto plazo.  Suponemos que una empresa, tiene un saldo de proveedores pendiente de 100.000€, este importe lo tendrá que pagar, con el dinero que tenga en bancos, con los saldos de sus clientes que va a cobrar de forma rápida, con las existencias que va a vender y cobrar….pero como una parte importante de su activo, sea activo no corriente, y por tanto con un vencimiento a largo plazo o que no sea liquidable, puede encontrarse  con graves problemas de liquidez, e incluso obligarle a presentar el concurso voluntario, por falta de liquidez, incluso teniendo un gran patrimonio.

Por lo general, el activo circulante debe de ser mayor que el pasivo circulante. Pero, incluso esta situación, no significa que no podamos tener en algún momento alguna situación de tensión de tesorería, siempre dependerá del vencimiento de cada una de las partidas. Por ello es importante hacer un seguimiento detallado de todos nuestros vencimientos para no tener problemas.

Mi Economista

3 Comments
  • Ricardo Matos
    Posted at 23:51h, 30 enero Responder

    Estimado muy interesante gracias por el aporte.

  • Pasivo no corriente
    Posted at 17:00h, 01 octubre Responder

    Excelente artículo, me lo guardo para futuras consultas

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